miércoles, 25 de mayo de 2005

Yo Acuso

Nunca antes había escrito un artículo pero creo que es necesario que leais éste, escrito por mi profesor y Decano de la Facultad de Humanidades. Ha sido publicado por varios periódicos y está colgado por toda la Facultad.

José Luis Tasset "Yo Acuso"
En la actual polémica sobre la pervivencia del Grado de Humanidades, sus enemigos han logrado colocar la cuestión donde querían y más les conviene. Tristemente, todos los argumentos que se ofrecen a favor de dicho título (inserción laboral razonable a nivel nacional, formación flexible, demanda por parte de los estudiantes, etc.) son ciertos, pero tienen una forma negativa, reactiva, constituyen esencialmente una derrota si no podemos ofrecer nada mejor. Pero, podemos. Los humanistas debemos pasar al ataque y acusar. Y yo acuso. Acuso a los responsables de la reforma de los títulos españoles, tanto en el nivel ministerial como en el autonómico, de no saber distinguir entre dignidad y precio, entre interés general y particular, entre lo público y lo privado, entre el corto y el largo plazo, en fin, entre la mano derecha y la izquierda, y no sólo en política. He tenido que usar estos días muchos argumentos negativos, que eran simplemente respuestas a críticas y todos ellos ya me cansan y me parecen insuficientes. El único argumento, y el mejor, es el de la experiencia personal, la mía propia como profesor de Humanidades desde hace ya más de una década. Cien veces que volviera a nacer, otras tantas volvería a escoger mi destino de profesor de Humanidades. No puede haber mayor orgullo. Y si como dijo el filósofo John Stuart Mill, el necio escoge el placer inferior e inmediato, el demandado por el cambiante mercado, es porque no puede ver más que un lado de la cuestión. Para apreciar la excelencia hay que estar capacitado y preparado para ello. Nuestra titulación no se ocupa de lograr algo bueno sin más, sino de aspirar a lo mejor, a desarrollar y sacar a la luz lo mejor que hay en nuestros estudiantes, que son lo mejor que nuestra sociedad puede ofrecer a Europa. Es cierto que en esa tarea en mi Facultad, y aquí me acuso a mí mismo y a mis compañeros, ha faltado quizás algo de generosidad para saber poner la calidad y la excelencia al servicio de la sociedad, especialmente de la atribulada sociedad ferrolana, y en general de Galicia, continuamente en reconversión industrial, poblacional y ahora también educativa y que hemos olvidado algo que hace mucho tiempo señaló el maestro Epicuro: vano es el pensamiento que no remedia algún mal del hombre. En todo caso, yo soy decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de A Coruña, pero sobre todo soy un profesor indignado que siente un placer inmenso enseñando y escribiendo, en suma, buscando descubrir y promover en mis alumnos la excelencia, ese rasgo extraño que unas pocas veces he encontrado y que me permite afirmar que un buen alumno de Humanidades haría enrojecer a cualquiera que quisiera compararse con él, y por supuesto a cualquier político. Así que me niego a seguir mendigando apoyo y ahora lo exijo, lo demando, lo requiero; y acuso, yo acuso a quienes no saben de qué hablan, a quienes no han sentido, ni sentirán, la emoción de poder leer a la vez y en el mismo año de sus estudios universitarios a Platón y a Gibbon, a Hume y a Malinowski, a Celso Emilio Ferreiro y a Cervantes, a Verlaine y Neruda, y así seguido. Nunca sabrán como se disfruta creando Cultura en Humanidades y animando a jóvenes talentos a ir más allá de la herencia recibida y crear una nueva cultura, otra sociedad. Dicen que el mercado no demanda titulados en Humanidades, pero el mercado es lo que hemos decidido que sea, un reflejo de nosotros mismos y de nuestra sociedad. La pregunta debería ser por qué no los demanda más y quién es el responsable de una sociedad en la que todos acabaremos, si no lo remediamos, siendo productores, consumidores o participantes en Gran Hermano.
José L. Tasset es Decano de la Facultad de Humanidades

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